El significado
El maestro contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, peor los alumnos no siempre entendían su sentido.
-Maestro- lo encaró uno de ellos una tarde. Tú nos cuentas las historias pero no nos explicas su significado...
-Pido perdón por eso- se disculpó el maestro-. Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno.
-Gracias maestro- respondió alagado el discípulo.
-Quisiera para agasajarte, pelar tu durazno yo mismo, cortártelo en trozos para que te sea mas cómodo... Permíteme también que te lo mastique antes de dártelo...
-No maestro... ¡No megustaría que masticaras mi comida! - se quejó sorprendido el discípulo.
-Si yo les explicara el sentido de cada historia sería como darles de comer una fruta masticada.
-Pido perdón por eso- se disculpó el maestro-. Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno.
-Gracias maestro- respondió alagado el discípulo.
-Quisiera para agasajarte, pelar tu durazno yo mismo, cortártelo en trozos para que te sea mas cómodo... Permíteme también que te lo mastique antes de dártelo...
-No maestro... ¡No megustaría que masticaras mi comida! - se quejó sorprendido el discípulo.
-Si yo les explicara el sentido de cada historia sería como darles de comer una fruta masticada.